Entre juegos

Siempre me he sentido diferente, durante mis 16 años de vida no he podido recordar la mayoría de mi infancia. Pero lo que sí recuerdo era que cada domingo iba con mis padres y hermanos a visitar a mi abuela, comíamos con mis tíos y primos, y luego, luego jugábamos. Recuerdo subir donde mis primos a ver cómo jugaban online, siempre iba a ver que hacían, porque prácticamente iba a mosquearme. Así que entre insistencias, jugábamos algo, como las escondidas. Recuerdo haberme metido al closet de mi primo, y que él me siguió. Según yo, era mejor porque no estaría sola en ese oscuro escondite. Pero de pronto me alzó, yo tenía algo de 6 a 8 años, pero él ya tenía 15 años o tal vez más. Me alzo rápido y colocó su mano ahí, pensé que era para sostenerme no sabía qué hacer, porque dolía, solo recuerdo que casi abrí la puerta por querer que me suelte. Luego solo me bajó, y peino mis coletas, lo peor de esto es que yo no procesé lo que había pasado hasta unos años después. Mamá me decía que debía gritar en casos así, pero el consejo me llegó tarde, mamá.
Ahora, simplemente vivo con eso, lo veo seguido pero no sé si recriminarle algo. Era un cría, y debí hablar en el momento.

Publicado el 10/01/2019