Estrés postraumático

Eran las tres y media de la tarde, iba hacia la parada del bus para regresar a casa, tenía 17 años, estudiaba en Valencia, caminaba entusiasmada, pensando en las vacaciones de navidad, que ya comenzaban. De pronto, sin saber por qué, tres hombres mayores que yo, me acorralaron, uno de ellos me rodeó la cintura, poniéndome un cuchillo o navaja bajo la ropa, para impedir que gritara. Los otros dos se colocaron uno a cada lado y me llevaron hacia un portal. Imaginé lo que me esperaba, y se me cayó el alma a los pies… Me sujetaron y me quitaron toda la ropa, me echaron en el suelo, debajo de las escaleras, y allí pasé el que fue el peor día de mi vida, me tuvieron casi tres horas que se hicieron absolutamente insoportables… Me hicieron cortes, me quemaron con cigarrillos, me violaron varias veces, también hubo penetración anal, con lo cual, por el dolor perdí la conciencia en dos ocasiones, y me hicieron algo tan repugnante que tuve que vomitar… Con mis ropas recogieron el vómito y me dejaron allí, desnuda y sangrando… Un chico entró al portal una media hora después… Yo no podía hablar, pero estaba tiritando de frío y me dolía mucho todo el cuerpo, me habían sujetado tan fuerte que estaba dolorida, me sangraban las heridas de navaja y las quemaduras me ardían… Algo de mi murió esa tarde bajo aquellas escaleras, ese chico se quito su cazadora y me cubrió, me llevó a su casa, y pude descansar… Me sentí tan humillada, destrozada, avergonzada, por todo lo que aquellos desgraciados me hicieron… El chico me ayudó, y aún me salen las lágrimas cuando pienso en él, fue un ángel para mí… Estuve un buen rato en su casa, quiso llamar a la policía y a una ambulancia, pero yo no quise, por las amenazas que me habían hecho de que me matarían si contaba algo… Tenía tanto miedo, vino un amigo de este chico que acababa de estudiar medicina y me reconoció, me curó y puso unas tiritas en mis cortes, porque no tenía sutura… Un buen rato después, me acompañaron hasta la estación de tren, para volver a casa, me dio ropa suya y así me pude ir a mi casa… No conté nada a nadie y menos a mi madre que estaba tan enferma, murió unos años después, sin saber lo que me ocurrió… Me costó mucho curarme las heridas, pero las peores las llevo en el alma… Voy a terapia, al Centro de la Mujer de Valencia y estoy muy agradecida a XXX, mi psicóloga, me han diagnosticado un estrés postraumático de larga evolución, tomo medicación y voy luchando para dejar de tener tantas pesadillas terribles en las que revivo todo, y me tengo que duchar en seguida, porque me siento tan sucia… Es lamentable lo que nos hacen, pero lo peor es que es para el resto de la vida, el sufrimiento te acompaña de por vida, espero que con la terapia, consigamos que no me cause tanto dolor… Me alegro de haber compartido mi testimonio con vosotras, es algo que no entiende nadie que no haya pasado por esto… Gracias amigas y mucho ánimo, lo conseguiremos.

Publicado el 18/05/2013