No sabía que me violaba

Tenía de 10 años; empezó siendo atento conmigo, amable, me prefería a los demás niños que estaban a nuestro rededor. Es un señor muy respetado y serio, aún lo es; y nadie veía mal que se encariñara conmigo; yo corría a abrazarlo y besarlo cuando lo veía; en un momento él empezó a llenarme de halagos y piropos que me encantaban. Luego a solas o cuando nadie oía insistía con los piropos, y yo le preguntaba si le gustaba mi pelo o mi ropa para que los hiciera; así empezó una complicidad inocente de mi parte. Una vez me dijo que ya tenía caderas de señorita y me las agarraba con ambas manos y me acercaba a su cuerpo, sin que nadie viera; luego eran besos cada vez más cerca de la boca con abrazos, diciéndome que nos besábamos como en las películas. A mí me gustaba y más de una vez buscaba el momento para el abrazo (que se hacía mas fuerte y mas pegado cada vez) y el beso. Ya había algo de morbo.
Mi mamá una vez dijo en broma y delante de XXX (la esposa) que seguro cuando tuviera novio se iba a parecer a XXX (a él); y eso disparó muchas cosas en mi mente inocente: el novio, los besos de película, los abrazos que me daban una sensación agradable. Y él seguro lo notó y se aprovechó.
A los días me dijo que yo era como su novia (el día anterior me presentó a unos amigos como su hija de cariño), yo con una ilusión de niña y sin entender qué era ser novios, más allá de los besos de películas, le dije que sí era tal, me dijo que no podíamos decir nada, y me dio un primer beso en la boca, suavecito, sin ser rústico ni baboso. En ese momento dejé mi inocencia…
Luego fue avanzando poco a poco, con astucia y malicia, encerrándome con un sentimiento de responsabilidad por el secreto. No quiero dar detalles ni recordar mucho; pero llegó un momento que era normal para mí estar desnudos ambos y pedirle que me tocara, que me hiciera oral y hacerle yo a él, y más adelante que me pusiera su miembro en mi sexo desnudo (aún virgen).
Empecé a pasar todo el tiempo posible en su casa. Ya no quería irme los fines de semana a pasarlos con mi papá, para buscar oportunidad de estar con XXX. Me hacía ir a su casa sin ropa interior, dejé clases de música en las tardes para hacerle cacería cuando llegara a su casa e ir para allá. A veces me avisaba que vendría temprano en la tarde y yo me iba antes que llegara y me quedaba en el patio esperándolo: llegaba, abría por detrás, entraba yo, llamaba a la esposa y calculaba el tiempo solos y me desnudaba para hacerme lo que quisiera; hasta esos momentos no me penetraba.
Todo era por raticos, nunca hubo más de una hora a solas, hasta un viaje de mi mamá por un fin de semana y logré que me dejaran allá y no con mi papá. Ya tenía 12 años, había empezado a chuparme los senos que me estaban creciendo diciéndome que se me pondrían bonitos, me dolía, me gustaba, y empecé con una necesidad más fuerte de hacer cosas con él; no me importaba colegio ni amigas ni nada, solo pensaba en estar con XX. Su esposa tenía un compromiso ese sábado en la noche y me quedé a solas con él.
Me ultrajó sin violencia, me dolió y me gustó; me lo hizo 4 veces; robó una toalla sanitaria a su esposa para aguantarme la sangre. En la mañana quiso hacerlo otra vez, pero no aguantaba el dolor. Volvió a hacérmelo a la semana y luego me lo hacía por raticos cada vez que podía: en el garaje, en el patio varias veces en la cocina estando mi mamá y XXX en la sala (no lo repitió allí porque un día XXX sintió el olor de sexo y se puso rara).
A los 4 o 5 meses de haberlo hecho la primera vez me vino mi primera menstruación, le dije a él si era porque teníamos relaciones y me dijo que no, me explico y que le comentara a mi mamá sin decirle lo que hacíamos¡¡¡¡. Creo que se asustó y no volvió a penetrarme pero si me tocaba y besaba.
En el colegio nos dieron una clase a las niñas en desarrollo sobre sexualidad y entendí que lo que hacía estaba mal, muy mal. La psicóloga nos dijo que escribiéramos una proclama diciendo que no tendríamos sexo hasta estar totalmente seguras de querer hacerlo hasta cuando fuéramos mayores. Yo salí muy mal de allí, aunque no comenté nada, creía que estaba embarazada, que estaba sucia. XXX me dijo que si me venia la regla no tenía embarazo. Empecé a rechazarlo, aunque a veces no resistía las ganas y lo buscaba, una sola vez le pedí que me lo hiciera «sin dejarme embarazada» y el me dijo que sabía hacerlo así… luego lloraba mucho sola en mi cuarto. Mis amigas hablaban de novios y de besitos y yo ya era una experta en sexo. Una vez una de ella habló de sexo anal y que era seguro para no quedar embarazada y yo ya había experimentado eso; a los 15 años oí el termino «69» en medio de risas y de la incredulidad de mis amigas… también lo había hecho muchas veces, ellas hablaban de asco y a mi me gustaba…
Cuando cumplí 13 XXX quedó embarazada y decidieron mudarse; en esos días, a pesar de mi angustia y mi rabia conmigo misma todavía me tocaba, besaba y desnudaba a veces con XXX pero ya no teníamos sexo completo.
Su ida del vecindario me destrozo y me abrió los ojos. No lo vi más por unos 8 meses que fue a buscar algo a mi casa, solo lo saludé y me encerré en mi cuarto. Fueron difíciles esos meses lloraba todos los días, me quería suicidar, no sé si porque lo extrañaba o porque ya me sentía violada. No quería nada con hombres, los compañeros del colegio me parecían bobos y me aislé mucho. Varias veces estuve a punto de contarle a mi mamá; una vez viendo una noticia de violación de una niña en tv casi le cuento, pero ella comentó que mataría a quien fuera si me hacía eso… y decidí tragármelo. Fue como un año luchando con la rabia y la tristeza.
Al nacer XXX empezaron a frecuentar la casa, pero yo ni le hablaba ni me le acercaba; además de todo lo que sentía por él tenia celos de la niña… me nombraron madrina… y la relación empezó a normalizarse aunque sin nada de dejarlo tocarme.
A los 18 años tuve que ir a su casa una vez y no se como terminé en la cama con él. NO había tenido más sexo, ni siquiera un beso, con nadie desde mis 13 años. Yo armé un berrinche luego que terminamos, le dije que iba a ir a la policía, que lo metería preso y un montón de cosas; el intentó calmarme pero como yo no cedía, me dijo que ya era mayor de edad y no era virgen, que lo que pasaría sería una vergüenza publica si hacia eso. Salí llorando y corriendo de allí. Aun nos vemos, yo sigo sin pareja a mis 30 años, solo tuve un novio a los 25 que me hizo el amor como un animal una vez -y lo dejé- y no supero esta ansiedad.
Mi mamá esta muy enferma y ya no tiene caso contarle y destruirle el poco de vida que le queda. Ella me dice que cuando se vaya sepa que tengo a XXX y XXX  que son como mis padres, sin imaginar esta verdad.
A veces despierto con ganas de quitarme la vida y otra con ganas de estar en la cama con XXX…. a veces siento que estoy loca.

Publicado el 19/05/2018