Republica Dominicana

Fue una tarde de marzo 2015, me tomó desprevenida sin querer soltarme, nadie me creía, incluso mi mamá, tenía justo 14, ya cumpliría los 15 en mayo. Ya tengo 18 a punto de cumplir mis 19, soy una chica, fue una violación sexual, el agresor era una de las personas que más quería y confiaba (mi padrastro). Nunca lo denunciamos, siguió viviendo en mi casa y yo sufría mucho. Y la segunda vez que lo hizo fue en el 2016, ahí sí me creyeron menos mi mamá, lo denuncié con mi abuela y mi tía. Tuve mucho miedo porque mi mamá estaba embarazada de mi último hermanito pequeño y no quería perderlo, a ese hombre lo detuvieron, pero hoy esta de nuevo suelto. Marcó mi vida por completo pero ahora soy más fuerte de cuando me tomó indefensa. Tomé terapias dos veces con una psicóloga y ya luego no volví. Pero he recibido mucho amor se personas ajenas al caso que no lo imaginan. No callen, es peor vivir con el dolor pero más triste es no tener apoyo o confianza con las personas.

Publicado el 2/04/2019