Sin conciencia no hay consenso

Hay cosas en la vida que no tienes la capacidad de entender ni de sentir empatía, como una violación. Solo lo entiendes hasta que te ocurre.
Esa noche estaba con un supuesto amigo bailando, tomando en una fiesta. Perdí el control y terminé con mi amigo encima de mí, por cierto yo era virgen. Ojo, él no tomaba alcohol, o sea que supe lo que hice. Lo poco que recuerdo de esa noche son flasbacks de yo diciéndole que no quería pero no podía mover mi cuerpo por lo ebria. Al día siguiente me levanté y bloquee todas mis memorias de la noche y me autoconvencí que era algo que yo había querido. Era un sentimiento de vergüenza tan insoportable que preferí engañarme a mi misma durante mucho tiempo. En verdad era un tema que mi cerebro no podía soportar; si no podía si quiera pensarlo menos pude contarlo. Me tomó más de un año aceptar que había sido abusada, y que algo que pasó en contra de mi voluntad.
Hoy día, aún me cuesta culparlo, y por más que sé que estuvo mal lo que me hizo no puedo odiarlo, una parte de mí tiene una fijación secreta con él. No espero que nadie entienda mis sentimientos, es como de locos.

Publicado el 19/05/2018