Málaga

Yo tenía 13 años y ellos tenían 13 y 12 años. Yo estaba deprimida y planteándome el suicidio. Y entonces llegué al lugar donde pensé que por fin encajaba. Pasaron unos días y me empecé a llevar con ellos. Me distraían de mis demonios. Especialmente él. Un día decidimos ir a dar una vuelta por lo oscuro pero nos dio respeto y nos dimos la vuelta. Al día siguiente volvimos pero con todo el grupo del campamento. Y a la vuelta yo me quedé atrás con ellos dos. Y me insinuaron que les gustaba. Y uno de ellos se bajó los pantalones y me agarró la mano. Yo ya no estaba en mí. Mi cuerpo no era mío. Así que me llevaron al baño. Y el otro me bajó los pantalones. Y me violó. Supongo.
Y me fui con el resto del grupo. Callada. Hasta que alguien dijo: «Huele a semen pajilleros.» Y me fui a mi habitación. Y me duché.
Y pasó un año. Y me enamoré de alguien distinto. Y quisimos tener sexo. Pero mi cuerpo no. Mi cuerpo no reaccionaba. Temblaba y lloraba. Y así ha sido mi vida desde entonces.
Mi cuerpo no es mío. Mi cuerpo tiembla y mi cuerpo llora. Pero mi cuerpo no es mío.

Publicado el 19/05/2018