Miedo

Eran las fiestas de allí, yo tenía 15 años. Estaba disfrutando de la fiesta con mis amigos y no recuerdo muy bien como pasó. Me drogó, y me llevó a una caseta del pueblo. Yo no sabía que hacer, no me podía mover ni gritar. Sólo veía como él podía hacer lo que quería conmigo. Recuerdo una sensación de miedo, de pánico, de no saber que me iba a pasar. Una sensación de estar completamente a merced de ese hombre. Una sensación de desprotección, a pesar de estar rodeada de mis amigos y de gente que me quería me pasó lo peor que me ha pasado en la vida. Nadie pudo ayudarme. Cuando recuperé la consciencia volví a mi grupo y mientras todos disfrutaban de la fiesta yo solo podía llorar. Todos me preguntaban que que había pasado y yo no podía hablar, no me lo creía. Esperaba que sólo hubiese sido un sueño. Cuando conseguí contarlo fue peor aún. Vi sus miradas de rechazo, me juzgaban. Había sido culpa mía. Algunos se reían y decían que no era para tanto. Yo sólo quería sentarme y esperar a que alguien me despertara. Que alguien me dijese que lo había soñado. Sólo tenía miedo. Ganas de vomitar. Asco. Sentía que había sido culpa mía.
A día de hoy poca gente lo sabe. Poca gente sabe lo que me hizo ese hombre al que, lo peor de todo, conozco. Hoy en día tengo miedo de salir de fiesta y que haya una posibilidad de encontrarmelo. Siento pánico. Hoy en día me lo encuentro por la calle y hace que me de asco a mi misma. Hace que oír su voz me haga vomitar. Y lo peor es que pasa el tiempo y no mejoro. Me da rabia pensar que ese hombre va a ejercer este control sobre mi toda mi vida. Pensar que voy a vivir siempre con miedo. Que me va a dar miedo que me toque otra persona cuando esté o piense que está cerca.
Me ha arruinado la vida, y la gente sigue pensando que que nos pase esto es culpa nuestra, por con quien vamos o por como íbamos vestidas. Siempre harán que sea culpa nuestra.

Publicado el 19/05/2018